Tras esa caricia hay conversaciones mudas, nos preguntamos dónde está ese universo que soñamos juntos.
¿Por qué razón me persigue tu recuerdo?
Tu aroma aún quema mi piel, tu voz es como un susurro en el viento.
La soledad no hace más que recordar y te trae a mí como un pasado maldito.
Es un misterio lo que esconden tus ojos.
Muchas veces callas palabras para no herirme y lo terminas haciendo con tu silencio.
¡Qué iluso es mi corazón! Que confió y se entregó completo, que cerró los ojos, abrió sus alas y voló acompañado.
Que ilusa la tarde en la que te vi, creyendo que por nuestra mente no pasaba nada, creyendo que mi saludo cordial escondería las ganas de besarte.
Que rara fue tu manera de actuar.
Esperaba de tu boca sonidos con melodía como una dulce canción que alegra el alma más triste, y solo noté confusión en tus palabras.
¿Por qué volvió el destino a unirnos de manera tan cruel?
¿Por qué tengo que mirarte del otro lado de la calle? ¿Por qué no puedo ir caminando contigo?
Odio tu recuerdo, odio saber todo y no poder entenderlo. Odio querer olvidarte y no poder hacerlo. Odio sentirme vulnerable cuando apareces de repente.
Odio tenerte tan cerca y tan lejos a la vez.
Otero María Belén
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
Copyright 2008
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