porque es incierto el momento del después.
Te pido que te aferres a todo lo que somos,
que mires lentamente tus pies, amoldados a los míos.
Disimulemos que no importa lo que sigue,
nos sobran los pretextos para crear esta cierta irrealidad.
Somos eternos entre páginas en blanco,
somos desiertos en tremenda oscuridad,
somos canto en un pájaro sin nido,
somos asilo, en austera soledad.
No miremos para abajo,
no nos quedemos aquí sentados.
Salgamos a volvar... juntos,
ya no quiero decir "Nosotros" por separado...
Ya no tengo ganas de que el miedo decida por mí.
Voy a abrir la puerta, y mi corazón comenzará a latir enardecido.
Tu locura será mi cura.
Te pido que te quedes, sin tiempo y sin espacio.
Aquí te lo entrego, y es sólo para tí.
Para Siempre.
Otero, María Belén
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