ABSURDO

Perderte es absurdo.
Absurdamente.
Me niego, rotundamente.
NO NO NO.
Imposible.
Irreal.
Basta.
Abrazáme.

Palabras vacías

Tantas veces vas y venís que te autoconvences de que no hace falta explicar nada, te da fuerzas para volver sin excusas... te da la seguridad de que siempre voy a estar ahí esperándote. 

Y ahora murmuras por lo bajo, miras lentamentamente, analizás poco a poco que las cosas no son tan simples como tu cabeza lo entiende, esta vez ya no soy la misma, aunque siga en el mismo lugar.

Llegamos a tal punto que decir PERDÓN no reconforta, sólo deja más vacío, dudas dudas dudas....

¿Hasta cuándo vamos a seguir en el mismo carrusel? 

¿Hasta cuándo vamos a esperar tomar la sortija de la suerte que nos lleve a otro lugar? 

¿Hasta cuándo seremos capaces de soportar el mareo, las nauseas, la agitada respiración?

No puedo bajarme, sino es con vos.

No puedo irme, sino es de a dos.

No quiero quedarme sino me elegís.

No quiero amarrarte sino lo deseas.

TE QUIERO.

mientras giramos en la incertidumbre

mientras reafirmo mi poca autoridad

mientras me niego a perderte.

Te quiero, una vez más, mientras juego a CREERTE.

Sonrisa de miel

Más allá de que los principios siempre son lindos, esta historia tiene algo especial, tiene ese nosequé que nos deja boquiabiertos, como esas películas de amor que nos hacen llorar, 

como ese beso que nos pone la piel de gallina.

Todo empezó una tarde de abril, un otoño soleado, una plaza quebrada, los niños jugando, 

las risas como pista principal, y tu sonrisa, alumbrando ese banquete. 

Una excusa del destino fue sentarnos a la par, frente al mismo tilo deshojado...

 ¿Así estarán nuestros corazones? Me pregunté.

¿Qué hora es? ¿Será demasiado pronto?

¿No necesito conocer otros hombres, 

recorrer otras sábanas?

¿No es necesario primero cerrar etapas?

¿No hay pasar un poco más el rato, la vida, recibirse, viajar?

Ahí estabas, con tus ojos claros y tu sonrisa de miel, leyendo el períodico.

Lo más lindo fue mirarte por primera vez, fue reflejarme en tus sueños, leer tu alma transparente.

No tenías tanto miedo como yo, me esperabas sin apuro, siempre tan perseverante y delicado.

Siempre tan preciso y decidido.

Sólo me saludaste diciendo:

 - Bienvenida.

(y un susurro en el viento me dijo que sería para siempre)

Otero Ma. Belén

copyright 2011

Ni sí. Ni No. Ni blanco ni negro.

Puede que aún no estés listo. Puede que cuando lo estés ya sea tarde.

Puede ser que no quieras arriesgar, que lo que pierdes vale más que el premio incierto.

Puede que tu comomidad no te deje recrear un nuevo sitio, casualmente cerca del mío.

Sucede que siempre tomar decisiones, es dejar algo.Soltarse, desprenderse.

Sucede que el tiempo no es eterno, aunque mi amor se colme de paciencia, las horas inciertas, mi cama vacía, tu ausencia infinita...chocan contra mi absurda moralidad, mi eterno desamparo.

La vida se basa en elecciones constantes, avanzar es caminar hacia lo incierto, y eso obviamente nos llena de miedo, pero hay una fuerza, aún inexplicable para mi razón, que te impulsa a todo, te hace sentir impune, te llena de valor, te da coraje para arriesgarte. Me animo, me acerco, te digo aquello que pensé durante noches, ya sin miedo a tu silencio, sin miedo a quedar rídicula, sin miedo a mirarte con mis ojos empapados de amor, me importás, no te quiero perder y no tengo temor de amarte, de intentar, de crear, de volar... de llorar, sufrir y sostener tu mano al levantarme... 

Quiero que el resto de mi vida sea así, como este momento...

Sucede que los impulsos nos juegan una mala pasada.

Puede que no lleguemos nunca a entendernos... puede que yo esté esperando algo, aunque nunca nadie más lo sepa. 

Voy a quedarme callada, un segundo.

Se me quitaron las ganas de hablar.

Burlaste otra vez todos mis sentidos.

Me dejaste sola, mientras secabas mis lágrimas.

Sucede que a veces tomamos decisiones, arriesgamos, damos todo sin mirar a quién.

Y del otro lado¿?

Dónde está la reciprocidad??

Y las ganas??

No son las mismas ganas, ni siquiera sabes si las hay...

Ni siquiera sabés realmente que sentís.

Sucede que a veces es necesario tomar decisiones,
ya no queda tiempo, el tiempo es ahora.
Todo o nada?
Decidíte.


-(y sabrás que tus noches llevarán mi nombre,
para bien o para mal)-




Otero, María Belén
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