Ni sí. Ni No. Ni blanco ni negro.

Puede que aún no estés listo. Puede que cuando lo estés ya sea tarde.

Puede ser que no quieras arriesgar, que lo que pierdes vale más que el premio incierto.

Puede que tu comomidad no te deje recrear un nuevo sitio, casualmente cerca del mío.

Sucede que siempre tomar decisiones, es dejar algo.Soltarse, desprenderse.

Sucede que el tiempo no es eterno, aunque mi amor se colme de paciencia, las horas inciertas, mi cama vacía, tu ausencia infinita...chocan contra mi absurda moralidad, mi eterno desamparo.

La vida se basa en elecciones constantes, avanzar es caminar hacia lo incierto, y eso obviamente nos llena de miedo, pero hay una fuerza, aún inexplicable para mi razón, que te impulsa a todo, te hace sentir impune, te llena de valor, te da coraje para arriesgarte. Me animo, me acerco, te digo aquello que pensé durante noches, ya sin miedo a tu silencio, sin miedo a quedar rídicula, sin miedo a mirarte con mis ojos empapados de amor, me importás, no te quiero perder y no tengo temor de amarte, de intentar, de crear, de volar... de llorar, sufrir y sostener tu mano al levantarme... 

Quiero que el resto de mi vida sea así, como este momento...

Sucede que los impulsos nos juegan una mala pasada.

Puede que no lleguemos nunca a entendernos... puede que yo esté esperando algo, aunque nunca nadie más lo sepa. 

Voy a quedarme callada, un segundo.

Se me quitaron las ganas de hablar.

Burlaste otra vez todos mis sentidos.

Me dejaste sola, mientras secabas mis lágrimas.

Sucede que a veces tomamos decisiones, arriesgamos, damos todo sin mirar a quién.

Y del otro lado¿?

Dónde está la reciprocidad??

Y las ganas??

No son las mismas ganas, ni siquiera sabes si las hay...

Ni siquiera sabés realmente que sentís.

Sucede que a veces es necesario tomar decisiones,
ya no queda tiempo, el tiempo es ahora.
Todo o nada?
Decidíte.


-(y sabrás que tus noches llevarán mi nombre,
para bien o para mal)-




Otero, María Belén
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