Están todos invitados a recorrer mi mundo,
frágil como una hoja de papel... pero vivo!
Con la sonrisa siempre grande y las alas bien abiertas!

B I E N V E N I D O S!

Todo lo que lean a continuación
son palabras que salieron desde lo más profundo de mi ser,
cualquier similitud a la realidad es pura coincidencia =)
Muchas gracias por pasar y dejar una huella!

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martes, 25 de octubre de 2011

Reflejo

Ellos caminaban entrelazados dentro de los ruidos de la ciudad, el smog, una copa de baileys casero y restos de alquitrán. Un rouge desparramado sobre el cuello perfumado, una vestimenta poco casual.
Estaban listos para reirse a carcajadas, para señalar cosas llamativas del lugar, para mirarse de reojo y sonreír. Deambulaban como si el mundo fuera solamente de los dos, y bailaban, aunque nadie más lo haga.
Se contaban cosas tontas al oído, se hacían cosquillas por detrás, se abrazaban cada tanto y el semáforo rojo siempre indicaba un beso. En cada esquina se miraban los zapatos, moviéndose a la par, con ese ruido que hacen los tacos  al chocar con las baldosas desabridas, un tropezón y no hay caída. Volvieron a sonreír, como si   la noche fuera la envoltura de sus cuerpos, y ellos el reflejo de la luna. 
Él contaba historias viejas, y ella lo miraba embobada, pensaba que pasaría por la mente de ambos, mientras charlaban. Se los veía felices, aunque la felicidad es un estado efímero, placenteramente conectados, cómodamente incorporados, se los veía tan bien que la gente comentaba .
Estaban listos para quererse, como si eso se predestinara, eran el uno para el otro, si existieran en el mundo, las almas gemelas,  y si hubiera que marcar las personas más despojadas de maldad, bastaba con verlos a ellos dos para elegirlos, eran como niños otra vez, eran como ancianos cruzando la ciudad sin prisa, 
no había apuro, no les importaba nada más, que seguir así, riéndose del tiempo y de la gente que piensa que necesita más cosas para ser feliz. 
Estaban listos para darle al amor su lugar, mientras la noche los envolvía, y sus sonrisas eran el reflejo de la luna.
Corazones frágiles.
























OTERO MA. BELÉN