La aceleración del corazón cuando el examen concluyó, cuando la hoja que entregamos no está en blanco, todo concuerda como vos y yo, tiene un punto final, y un principio enmarcado con fibrón.
La cuota está paga, los impuestos y las compras ya están llenando la heladera, la alfombra, toda la habitación.
Tu silencio se hace implacable y el matiz de lo incierto pierde su sabor.
Porque la victoria se solidifica y el miedo huye cobardemente.
Porque es el comienzo de algo nuevo. Porque es el momento de relajarnos.
Fluir como el aire, como pájaros. Como estrellas en el firmamento.
Somos cielo, luuna. Desconcierto.
Sos la noche que me empaña, el shampange que se destapa.
Sos la victoria, la alegría de haberlo cumplido.
Sos la lágrima que cae mediante la sonrisa.
Sos la razón de estas palabras.
Fin del ciclo, hora de disfrutar.
Momentos para vivir, lento, rápido y nunca detenernos.
Momentos para viajar a nuestro centro.
Momentos para redescubrirnos.
Momentos de charlas y café.
El ciclo del año, en el que hacemos valer nuestros esfuerzos.
Con alegrías.
Y podemos ser nosotros mismos....
(sin explicarle a la rutina el porqué de nuestras risas)
Otero Ma. Belén
Febrero 2012
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